Escoliosis

Se podría decir que nuestra columna vertebral es la varilla que mantiene a nuestro cuerpo erguido en posición, sin embargo, la columna no es una varilla recta, sino que tiene curvaturas que favorecen la alineación del cuerpo y ayudan a mantener el equilibrio. Pero cuando la columna comienza a curvarse anormalmente hacia los lados, a este hecho se le conoce como Escoliosis.

Los signos y síntomas de la escoliosis son: los hombros están desalineados y una escápula se nota mucho más prominente que la otra, la cabeza no está alineada con la pelvis, la columna se ve desalineada, la cadera parece estar más elevada de un lado, el apoyo del cuerpo es hacia un solo lado, dolor de espalda y cansancio.

Los tipos de escoliosis son:

· Postural: secundaria a procesos que no están involucrados con la columna vertebral, como tener una pierna más corta que la otra, contracturas de cadera, etc; y donde al sentarse, se arregla.

· Estructural: anomalías y rotación de las vértebras, que provocan deformidad, que no desaparece con cambios de postura y que aumenta con la edad. Puede ser por causas desconocidas tanto en adolescentes como en niños, por problemas congénitos de la columna o problemas neurológicos que afecten a los músculos.

Para diagnosticar, se debe hacer un examen físico, en que se pide se agache para observar la columna, el hombro o la pelvis. Sin embargo, se debe realizar una resonancia magnética o una radiografía de columna. Al medir la curvatura en dichos estudios, la inclinación se puede considerar leve (10-20 grados), importante (25-30) y grave (45-50).

La gran mayoría de las personas no necesitan tratamiento, pues la patología es muy leve o está compensada. En caso de requerir tratamiento, se puede utilizar un corsé para evitar que la curvatura progrese o cirugía si la curvatura empeora, en la que se colocan varillas de metal en la columna hasta que el hueso sane, pero se necesitará hacer rehabilitación física. Se debe considerar como una patología importante debido a sus complicaciones, como: problemas respiratorios, dolor crónico, fractura de vértebras, infección, daño a nervios, baja autoestima, entre otros.