El Manguito Rotador, es una estructura ubicada en el hombro, conformada por los tendones
de los músculos: supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor. Todos
estos tendones se unen al húmero, con la finalidad de mantenerlo en posición para que pueda moverse, así como ayudar a la elevación, rotación
y estabilidad de la articulación del hombro. Las dos principales lesiones son:
tendinitis y desgarros.
TENDINITIS
Es la irritación de los tendones y la inflamación de la capa que
los recubre, llamada bursa. Esta irritación puede ocurrir por estrechamiento de
su camino hacia el hueso del brazo, provocando que estos se desgasten. Se puede causar por mantener al brazo mucho tiempo en la misma
posición, dormir recargado sobre el brazo, deportes o actividades que necesitan movimientos repetitivos por encima de la cabeza, mala postura y envejecimiento.
Los síntomas inician con un dolor leve
localizado en la parte de enfrente del
hombro y se irradia hacia el brazo, al hacer actividades, pero puede llegar a presentarse en reposo o de noche, y provoca pérdida de
movimiento, rigidez o debilidad.
Su tratamiento consiste en descansar el
hombro y evitar actividades rudas que empeoren los síntomas, así como aplicar
compresas de hielo, fármacos para bajar el dolor o
hinchazón, fisioterapia para fortalecer los músculos o en casos más graves, se
pueden realizar cirugías para aliviar la presión de los tendones y eliminar el
tejido inflamado.
DESGARRO
Un desgarro ocurre cuando se rompe uno
de los tendones por sobrecarga de esfuerzo o una lesión. Estos pueden ser
causados por dos motivos: al caerse sobre el brazo o por un
movimiento súbito al tratar de levantar algo pesado (agudo) o por actividades repetitivas en que el tendón se desgasta y se rompe (crónico). El
desgarro puede ser parcial o total. En el desgarro agudo el dolor es muy
intenso después de la lesión, pero en el crónico, la debilidad, rigidez y
pérdida de movimiento empeoran poco a poco. Así mismo, se puede perder
la funcionalidad de la articulación.
Para tratar los desgarros parciales,
son muy importantes el ejercicio y la fisioterapia, pero para desgarros totales, es necesario realizar una cirugía del tendón.
Para diagnosticar ambos, se debe
hacer con un examen físico y realizar una
ecografía o una resonancia magnética de la articulación, para evaluar hinchazón, atrofia muscular, o pérdida del espacio subacromial, por donde pasan
los tendones de los músculos.
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