jueves, 9 de julio de 2015

Lesiones del Plexo Braquial



El plexo braquial es un conjunto de nervios que surgen en la base del cuello y el hueco de la axila, que conectan el brazo con la médula espinal. Es el responsable de la inervación de los músculos y la piel del miembro superior.
El plexo braquial se lesiona por tracción o compresión durante el parto, principalmente por culpa del médico. Cuando el hombro se presiona fuertemente hacia abajo, el plexo braquial puede lastimarse y los síntomas pueden notarse los daños durante la primera semana de vida, principalmente por falta de la respuesta del Moro en el brazo afectado, es decir, reflejo anormal del brazo ante el susto. Algunos factores de riesgo son: bebes de gran tamaño, parto de nalga, obesidad de la madre, embarazo prolongado, madre con Diabetes, uso de fórceps, entre otros. 

Los tipos de lesión que pueden generarse son:
Parálisis del Plexo Braquial Alto (Erb-Duchenne): se daña la superior del plexo, es decir, las raíces C5, C6, y a veces C7. Es la forma más común, y los bebés no pueden mover el hombro y mantienen sus brazos extendidos y girados hacia adentro, como si pidieran propina, otorgándole el nombre de ”Waiters Tip Hand”.  Se pierde la abducción y rotación externa del brazo, así como la flexión y sensibilidad del antebrazo y la mano.
Parálisis Total del Plexo Braquial: se afecta todo el plexo braquial. Los bebés no tienen movimiento del brazo, muñeca o mano; el brazo es flácido. Generalmente se debe a la separación de las raíces de la médula espinal.
Parálisis del Plexo Braquial Bajo (Klumpke): se daña la parte inferior del plexo, ósea las raíces C8 y T1, pero es muy raro. El antebrazo se queda flexionado y la mano no puede cerrarse por completo.
A veces podrían encontrarse casos de lesiones en ambos brazos, pero su frecuencia es mínima. Se puede tratar al hacer masajes, en caso de que sea una parálisis leve, pero los casos graves generalmente se tratan con cirugía de nervios. En la mayoría de los bebés que se recuperan a los 6 meses tienen un pronóstico alentador, pero en caso de no hacerlo, la recuperación será casi nula.





Síndrome del Túnel del Carpo




La zona de la palma de la mano, de los dedos pulgar, índice, medio y anular, está inervada por el nervio mediano, el cual le otorga la sensiblidad y el movimiento a dichas zonas.
La zona de la muñeca por donde ingresa este nervio a la mano se llama túnel carpiano, formado a los lados por las paredes de los carpos y por el ligamento transverso mediano, sin embargo, este túnel se puede hinchar, al inflamarse los tendones de la muñeca, y comprimir el nervio, generando síntomas como dolor, entumecimiento, hormigueo, torpeza al agarrar objetos o al intentar realizar movimientos finos y debilidad.

Se puede causar por diversas razones, como: nacimiento con el túnel demasiado pequeño, movimientos repetitivos de la mano y la muñeca, como escribir en la computadora, tocar instrumentos musicales, algunos deportes, el paso de la edad, entre otros. Así mismo, fracturas, infecciones, herencia, obesidad y alcoholismo pueden conducir a este síndrome.
Al realizar un examen físico encuentra entumecimiento de la palma de la mano y los dedos que ya mencioné, debilidad en el agarre, dolor, hormigueo, etc. Al igual se pueden ordenar exámenes de velocidad de conducción del nervio y radiografías de la muñeca.

Este síndrome, suele empeorar progresivamente si no se trata adecuadamente, por lo que para tratar este padecimiento, se pueden usar una férula durante las noches, evitar dormir sobre la muñeca, usar compresas frías o calientes en la muñeca, cambiar los patrones del uso de la mano y se pueden utilizar antiinflamatorios o inyecciones. En caso de que no funcionara, se puede realizar una cirugía para cortar el ligamento que está sobre el nervio y descomprimirlo. Se deberá levantar la mano para prevenir inflamación y rigidez, y aunque tarda en cicatrizar, al hacerlo, el nervio tendrá más espacio para pasar. El pronóstico, en caso de que el tratamiento quirúrgico o no quirúrgico sea exitoso, contribuirá a  la recuperación de la fuerza, el movimiento y la sensibilidad de la mano, pero se deberá realizar terapia física.



miércoles, 8 de julio de 2015

Lesiones del Manguito Rotador


El Manguito Rotador, es una estructura ubicada en el hombro, conformada por los tendones de los músculos: supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor. Todos estos tendones se unen al húmero, con la finalidad de mantenerlo en posición para que pueda moverse, así como ayudar a la elevación, rotación y estabilidad de la articulación del hombro. Las dos principales lesiones son: tendinitis y desgarros.

TENDINITIS
Es la irritación de los tendones y la inflamación de la capa que los recubre, llamada bursa. Esta irritación puede ocurrir por estrechamiento de su camino hacia el hueso del brazo, provocando que estos se desgasten. Se puede causar por mantener al brazo mucho tiempo en la misma posición, dormir recargado sobre el brazo, deportes o actividades que necesitan movimientos repetitivos por encima de la cabeza, mala postura y envejecimiento.
Los síntomas inician con un dolor leve localizado en la parte de enfrente del hombro y se irradia hacia el brazo, al hacer actividades, pero puede llegar a presentarse en reposo o de noche, y provoca pérdida de movimiento, rigidez o debilidad.
Su tratamiento consiste en descansar el hombro y evitar actividades rudas que empeoren los síntomas, así como aplicar compresas de hielo, fármacos para bajar el dolor o hinchazón, fisioterapia para fortalecer los músculos o en casos más graves, se pueden realizar cirugías para aliviar la presión de los tendones y eliminar el tejido inflamado.

DESGARRO
Un desgarro ocurre cuando se rompe uno de los tendones por sobrecarga de esfuerzo o una lesión. Estos pueden ser causados por dos motivos: al caerse sobre el brazo o por un movimiento súbito al tratar de levantar algo pesado (agudo) o  por actividades repetitivas en que el tendón se desgasta y se rompe (crónico). El desgarro puede ser parcial o total. En el desgarro agudo el dolor es muy intenso después de la lesión, pero en el crónico, la debilidad, rigidez y pérdida de movimiento empeoran poco a poco. Así mismo, se puede perder la funcionalidad de la articulación.
Para tratar los desgarros parciales, son muy importantes el ejercicio y la fisioterapia, pero para desgarros totales, es necesario realizar una cirugía del tendón.

Para diagnosticar ambos, se debe hacer con un examen físico y realizar una ecografía o una resonancia magnética de la articulación, para evaluar hinchazón, atrofia muscular, o pérdida del espacio subacromial, por donde pasan los tendones de los músculos.






Artritis Reumatoide



Este es un padecimiento crónico autoinmune, es decir, que el sistema inmunológico ataca al propio cuerpo por error, que afecta aproximadamente al 3% de la población mundial y principalmente empieza en la cuarta o quinta década de vida.
Se desconoce la causa, aunque se cree que es por un virus, que provoca inflamaciones crónicas y reacciones inmunológicas anormales, aunque podría influir también la genética. Esta enfermedad afecta todos los tejidos del organismo, pero el ataque a las articulaciones sinoviales es muy notorio, y su transcurso se  divide en tres fases:
·  Estado 1-Sinovitis: se inflama la membrana sinovial, generando dolor, entumecimiento, hormigueo e hinchazón, pero el trastorno aún es reversible. Es principalmente en las articulaciones y tendones de manos y muñecas, pero se puede extender a codos, hombros, rodillas, tobillos y pies. 
·  Estado 2-Destrucción: la inflamación causa destrucción del tejido, por lo tanto, se erosiona el cartílago y se pueden romper los tendones. Se limita la movilidad.
·  Estado 3-Deformidad: la destrucción del cartílago, distensión de la cápsula y rotura de tendones conducen a articulaciones inestables que generan deformidad progresiva. Es obvia la patología con solo ver al paciente, los dedos se desvían hacia afuera y generalmente están luxados o subluxados entre los metacarpos y falanges. Los codos no pueden extenderse por completo y se pierde movilidad en el hombro, las rodillas se mantienen flexionadas y los dedos de los pies se ponen en garra. Se atrofian los músculos y se pueden dañar los nervios periféricos.
Así mismo, se generan nódulos que aparecen en tendones y ojos, debilidad muscular y problemas de pulmones, corazón, riñones, cerebro y sistema gastrointestinal.
Para diagnosticar se debe tener poliartritis, síntomas de mínimo 6 semanas y afecciones en manos y pies. Pero también se pueden hacer estudios de laboratorio o gabinete.
Tratamiento: se basa en cuatro aspectos esenciales:
1. Detener la sinovitis: se utilizan antiinflamatorios y corticoesteroides, que controlan la rigidez, inflamación y dolor. El uso de férulas y el reposo reducen la inflamación, así como las inyecciones intraarticulares y en tendones. Si todo fracasa se puede proceder a una sinovectomía (extirpar el revestimiento de la articulación).
2. Impedir deformidades: por medio de fisioterapia y reposo de las articulaciones sin impedir su movimiento. La cirugía también puede ser una opción al romperse tendones o deformaciones progresivas.
3. Reconstruir: ya que hay grados de destrucción, inestabilidad y deformidad avanzados, se deben reconstruir las articulaciones por medio de una cirugía.
4.    Rehabilitar: abarca desde la recuperación de la función de la articulación, integración social y terapia psicológica, y debe ser de acuerdo a las necesidades de cada paciente.